
Sevilla tiene un color especial... y no solo un color sino un agua... porque llover no llueve casi nunca, pero cuando lo hace... así que una visita a la Plaza de España se puede convertir en un diluvio, y como no llevas la mochila para guardar la cámara te toca entrar en un bar a pedir una bolsa de plástico, y no para tu cabeza... sino para la cámara que la valoras mucho más... Aquí la prueba.
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